Chove en Santiago
meu doce amor.
Camelia branca do ar
brila entebrecida o sol
Camelia branca do ar
brila entebrecida o sol
Así comienza el conocido madrigal que Federico García Lorca dedicó a la ciudad del Apóstol. Inspirados versos con los que el genial granadino quiere transmitirnos su lánguida impresión ante la delicada imagen, velada y húmeda, del astro rey sobre el cielo compostelano. Pleno de intuición y acierto, Federico recurre al afortunado símil de compararlo con la más genuina y delicada flor de Galicia: la camelia.
Cuando este poema vio la luz, hacía casi doscientos años que Lord Petre, sin duda seducido por la belleza de sus flores, había traído a Europa algunos ejemplares del arbusto o arbolillo que las produce: una frondosa especie vegetal que crece, desde hace milenios, espontáneamente, en las lejanas tierras del Asia Oriental.
De Oriente llegó una flor
En cuanto a su introducción en Galicia, los datos y teorías que se barajan abonan, todavía hoy, una no resuelta controversia, tan matizada de imprecisiones como el lorquiano sol de Compostela. Como más probable, cabría considerar la que argumenta un tránsito de vecindad a través de Portugal, potencia colonial en un amplio período histórico, con enclaves tan significativos a estos efectos como la plaza de Macao, en las costas de China.
Documentalmente, la referencia más antigua que da fe de la presencia de la planta en Galicia corresponde con una breve cita que incluye el Catálogo de la Exposición Regional Agrícola, Industrial y Artística, celebrada en Santiago en el mes de julio de 1858, y la correspondiente anotación de dos expositores que concurrían a ella con sendas camelias. Y abundando más en esta faceta de las fechas -al margen, eso sí, de apoyaturas documentales- cabría considerar, igualmente como dato fiable, el del valiosísimo camelio, de más de doce metros de altura, que enseñorea hoy el espléndido jardín del Pazo de Oca, conocido también como “El pequeño Versalles gallego”: un imponente ejemplar de “Camelia reticulata” al que los mas prestigiosos expertos internacionales consideran como el más antiguo de los sobrevivientes en Europa, plantado, probablemente, en fecha anterior a 1850.
Camelio del Pazo de Oca |
Apenas ciento cincuenta años de sorprendente aclimatación e intimo enraizamiento, en una tierra ávida de belleza y armonía, han sido suficientes para hacer de la camelia la flor más representativa de Galicia; con una implantación tan dispersa y generalizada que, hoy por hoy, se puede afirmar que son muy pocas las casas, solariegas o de labranza, que no reservan un rincón del jardín al disfrute de su gratificante presencia.
El nombre común de estas plantas deriva del latino con que los científicos denominan al género que las engloba, “Camelia”, creado por el insigne naturalista sueco Carl von Linné, en honor del moravo Georg Joseph Kamel, jesuita, farmacéutico y botánico, que ejerció como misionero en Filipinas entre los años 1687 y 1706, en una fructífera etapa en la cual, además de su actividad evangelizadora, se dedicó al pormenorizado estudio de la flora de las islas, publicando varios trabajos al respecto bajo el seudónimo de J. J. Camelius.
De las diversas especies que comprende el género, dos destacan por su importancia. Una es la llamada Camellia sinensis, o camelia de China, de trascendental valor económico, ya que con sus jóvenes hojas se prepara el té, la estimulante infusión aromática que los británicos difundieron universalmente. La otra, la que a nosotros nos ocupa fundamentalmente, por su especial implantación en Galicia, es la Camellia japonica, origen de la multitud de variedades ornamentales que hoy se extienden por todo el mundo y a la que nos referimos generalmente cuando usamos la denominación común de camelia. Se trata de un arbolillo cuyo muy ramificado tronco produce una frondosa copa, redondeada y espesa; con hojas perennes, ovales y aserradas, de un verde brillante y flores grandes, originalmente rojas e inodoras, como si concentrasen toda su energía en hacerse atractivas sólo a través de la vista.
Otras especies menos frecuentes, pero también espléndidamente aclimatadas en Galicia, son la Camellia sassangua, o camelia olorosa, ya que sus flores, más pequeñas que las de la especie común, despiden una débil y agradable fragancia; y la Camellia reticulata, con flores de color rojo muy vivo, que pueden alcanzar los veinte centímetros de diámetro (el mejor ejemplar de esta especie, entre los nuestros, el ya mencionado del Pazo de Oca).
Un camelio da sombra al monumento a Rosalía, en Padrón |
La especial adecuación del clima y la tierra de Galicia a las condiciones ambientales que exige el desarrollo de un árbol tan delicado como el camelio, han propiciado el fenómeno singular de una aclimatación -especialmente en la franja costera-, comparable en todos los aspectos a la de su propia área natural de procedencia; contándose, hoy por hoy, con más de trescientas variedades diferentes, todas con nombre y apellido, cultivadas con empeño y mucha pasión en nuestro país. Como ejemplo más significativo de tan apasionada afición, justo sería mencionar ahora la imponente plantación de Torre de Lama, ubicada cerca de la desembocadura del salmonero Sor, en el norteño municipio coruñés de Mañón, donde se puede contemplar la más grande concentración de camelios de Europa, con la singularidad añadida de algunas variedades únicas, nacidas allí del sabio afán investigador de quien fuera su inicial mentor y promotor, don José Diego Maciñeira Lage, personaje de llorado recuerdo, ejemplo vivo que fue de nobleza ilustrada, el cual, merced a un holgado patrimonio familiar, pudo permitirse el capricho sibarita de dedicar toda su vida, y los conocimientos derivados de su titulación como ingeniero agrónomo, a la refinada alquimia de la camelia, alcanzando un merecido reconocimiento internacional como uno de los más cualificados expertos en el tema.
Flor de invierno
Flor de invierno
Es muy importante asegurar a la planta un buen drenaje, ya que no tolera el encharcamiento de las raíces; sin embargo, le encanta la humedad ambiental, por lo que el «orballo», la lluvia fina de Galicia, es ideal para la planta, sobre todo en la época de floración. En lo referente a la situación, el camelio requiere cierta cantidad de sombra, preferentemente en orientación Norte. Contrariamente a lo que ocurre en otras plantas de jardín, la floración de la camelia se escalona en el tiempo, adelantándose o atrasándose en función del grado de dureza del invierno. El espectro es tan amplio, que puede oscilar entre una floración temprana, cuando se produce entre noviembre y diciembre (caso de este año), y una tardía, entre febrero/marzo.
Plantación de Torre de Lama |
Si duda alguna, uno de los atractivos principales del cultivo de la camelia reside en las fascinantes posibilidades de manipulación genética que ofrece al aficionado. Todo un reto por conseguir nuevas floraciones, tanto de forma, como de tamaño y de color. En la actualidad, la gama de colores abarca desde el blanco más puro al violeta, pasando por multitud de listados o manchados de uno o más colores. Sus estambres, con antenas amarillas, se distribuyen en el centro de la flor formando una corona que, en muchos casos, la manipulación genética hizo desaparecer, transformándolos en nuevos pétalos, con lo que se consiguen flores más complicadas y bellas, pero que nunca podrán convertirse en fruto y necesitarán siempre de la mano del hombre para reproducirse.
Festival de la camelia
Tanto por la belleza intrínseca de la camelia como por el complejo universo de manipulación que posibilita su cultivo, no es extraño que hayan proliferado por todo el mundo los clubes y sociedades de estudiosos y aficionados, las publicaciones especializadas, los congresos de expertos y las exposiciones y concursos. En Galicia, desde 1965 en que Pontevedra abrió sus puertas a la Primera Exposición de la Camelia, han venido renovándose anualmente estos encuentros, cada vez más prestigiosos a nivel nacional e internacional. El XLVII Concurso Exposición Internacional se anuncia, en Vigo, para los días 26 y 27 del próximo mes de febrero de 2012.
Buenas tardes!
ResponderEliminarComo imagino que ya sabréis, desde el organismo oficial de promoción turística de Galicia hemos editado el folleto "La ruta de la camelia" con información e impactantes fotografías de la presencia de la camelia en Galicia.
Os dejo el enlace por si os apetece descargar la información:
http://www.turgalicia.es/pdfs/xfolletospdfs.asp?cidi=E&ctre=folletospdfs&menu=12&subMenu_1=1
Saludos,
Susana. Community Manager Turgalicia.