domingo, 2 de octubre de 2011

Un año de blog

      Un año, el primer año, se cumple hoy de esta apasionante y sorprendente aventura. Tan apasionante, que no he de negarles que me tiene totalmente entregado a ella; con más empeño, esfuerzo y dedicación…Bueno, no engañaré: con tanto empeño, esfuerzo y dedicación como el que dedicaba a mi trabajo de redactor cuando ejercía por cuenta ajena ¡Y yo que me las prometía tan ociosas cuando me prejubilé!... En fin, que es la condición de cada uno; y muy principalmente la circunstancia concurrente, de felicidad plena que se hace al fin insoslayable, de poder dedicarnos, y aplicarnos, a lo que, en definitiva, más nos gusta en el mundo.
Bajó un poco en verano, es natural, pero ya hemos vuelto do estábamos. ¡Es la leche!
      Pero es que, en buena medida, son ustedes, caros lectores, los verdaderos responsables de esta desazonadora inquietud que me tiene insomne por llenar de contenido cada día esta doméstica ventana al mundo. Sí, porque a ver quién es capaz de sustraerse al vértigo de esa generosísima respuesta suya, ciertamente apabullante, que cada día me brindan: En un año ¡tan sólo en un año, oiga! este blog, que nació con tan pocas pretensiones como bien lo indica el nombre elegido para él (lo más anticomercial: un nombre propio desconocido), se ha puesto a día de hoy en una media que frisa ya las cinco mil visitas mensuales. ¡Es, o no es, para estar encantado!... Lástima que, ya por pedirlo todo, tanto esfuerzo no dé al fin (es el principal reproche que me hace mi mujer, sin duda con buena razón) ni para medio carro de la compra.
- ¡Ya llegará! ¡Tiempo al tiempo! -le respondo yo con fingido aplomo, consciente de lo falaz de mi mentira- ¡No se tomó Zamora en una hora!...
- No, en una hora no…¡Pero sí en poco más de seis meses! -replica ella, desarmándome- …Y seguro que El Cid se ocupaba más y mejor de Jimena que tú de mí, calzonazos… Claro que, ¡para qué va una a comparar!...
      Lo que luego vino, y en lo que derivó este doméstico intercambio, no he de transcribirlo aquí, porque, primero, es de ámbito estrictamente privado, que a nadie ajeno le importa; y segundo, porque ya fue suficiente con que los vecinos de patio disfrutaran de él, abandonando por el interés de la trifulca una apasionadísima confrontación, que a aquella hora retransmitían, entre Rajoy y Rubalcaba.
      En fin, les decía, que me siento muy, pero que muy satisfecho del camino recorrido en este primer plazo anual. Que, en verdad, no tengo palabras para agradecerles su extraordinaria acogida y fidelidad. Que prometo muy solemnemente poner de mi parte todo el empeño para mantener, y hasta incrementar, el interés de los nuevos contenidos que han de venir. Y que, por supuesto, nada deseo con más afán que seguir contando con su presencia ahí, del otro lado de la pantalla, en el nuevo ciclo que hoy echa a andar. Sí me gustaría, aunque si no quieren no, y lo dejamos como está, provocar en ustedes un intercambio de opiniones más nutrido y más fluido; en todo caso, lo repito ad infinitum, muchísimas gracias a todos.
En orden decreciente, los diez países que suman más visitas

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