martes, 18 de octubre de 2011

El "Desarme" de Oviedo


      Hoy nos situamos en Oviedo, la capital asturiana, donde mañana miércoles celebrarán, por todo lo alto y “a mesa y mantel” generosísimamente servida, su tradicional y popular “Desarme”.
      ¿Y en qué en qué consiste la tal celebración? ¿Quieren saberlo?...Pues, échenle bicarbonato al menú que la tradición de cada 19 de octubre impone a los ovetenses: de entrada, garbanzos con bacalao y espinacas, jocundos callos, de segundo, y un reglamentario arroz con leche, al remate. Sí señor; así se las gastan en este día en Oviedo: es “El “Desarme”.
      El buen “saque”, y la afición a los menús contundentes, en la capital asturiana y, por extensión, en todo el Principado, en todo caso, no debe extrañarnos. Recuerden, si no, el memorable arranque de La Regenta, de Clarín: “La heroica ciudad dormía la siesta. Vetusta, la muy noble y leal ciudad, hacía la digestión del cocido y de la olla podrida...”
      Pues, precisamente, con uno de esos títulos de la heráldica ovetense, heroica, leal, invicta, muy noble, buena y benemérita, tiene que ver en engarce histórico de esta singular celebración culinaria. Les contaré la historia, aunque advirtiendo, ya de entrada, que son varias las versiones que se apuntan acerca de lo ocurrido, si bien las más coinciden en el relato que aquí les traigo, y casi todas en la fecha que marcó el origen: la del 19 de octubre de 1836
      Fue aquel año el de más virulencia en Asturias de la Guerra Carlista. Oviedo se venía manteniendo firme del lado constitucional, apoyando la legitimidad de Isabel II, pero en el arranque de aquel otoño, por el este, y por la costa, a finales de septiembre llegó la amenaza, realmente importante esta vez, de una expedición carlista mandada por el general Pablo Sanz. Cayó Mieres, cayó Infiesto, y también otras muchas villas, y a mediados del mes de octubre el cerco amenazaba ya directamente la capital. En Oviedo cundió el pánico, exacerbado más aún cuando trascendió la noticia de que el general carlista había prometido a sus hombres cuatro horas de saqueo, una vez completada la toma.
      Y el ataque se desató y concretó en la fecha del 19 de octubre. Tras una durísima lucha en las calles, a bayoneta calada, los carlistas fueron al fin rechazados. En la victoria de los leales había tenido mucho que ver el empeño de la Milicia Civil que se había formado unas semanas antes, cuando llegó la amenaza. Aquella jornada fue heroica, y la fecha quedó grabada en el memorial local. Pero, ocurrió lo que tantas veces: la represión posterior y consecuente. Aquellos milicianos, que con tanto heroísmo habían sostenido, in extremis, la defensa de la ciudad, en los días siguientes, vencida la amenaza, desataron su propia violencia sin control contra todos los que consideraban afectos o presuntos simpatizantes con los sectores carlistas, léase clérigos, terratenientes, rentistas... las gentes, en general, pudientes e influyentes de la ciudad.
      Los gestores municipales crecían en su preocupación por estos excesos, y, una vez superado el peligro del invasor atacante, no deseaban otra cosa que retornar al orden apacible de los días pretéritos. Pero, claro, los milicianos eran los héroes recientes, en su momento de gloria y arrogancia, ¿y quién se sentía capaz de ponerles el urgente cascabel de control?... Los munícipes idearon una treta: celebrar un gran convite, a las afueras, en su homenaje: garbanzos con bacalao y espinacas fue el menú de enganche. Y cuando estaban, tan alegremente, dando cuenta de él, los soldados locales, a una orden, recogieron raudos sus armas, que habían dejado arrimadas en un muro. Es decir, que les pillaron por sorpresa, y les “desarmaron”.
      Y la cosa perduró en la evocación, un año, y otro, y al siguiente. Y en uno, mucho después, del que no se tiene certeza, aquel histórico menú de plato único, se enriqueció con el añadido de los callos de segundo, y el arroz con leche de postre. Y así se cumplirá este miércoles un año más, como todos los 19 de octubre en Oviedo. Buen provecho... y, con envidia desde aquí, que ustedes se “desarmen” bien.







      Toda la ciudadanía ovetense, prácticamente al completo, se echa a la calle en este día para disfrutar, en familia, del tradicional menú del “Desarme”. Todos los barrios, todos los restaurante, grandes y pequeños, baratos y de postín, ofrecen en este día el famoso y contundente menú. Y la fiesta crece, en entusiasmo y participación, de año en año: en el “Desarme” de 2010 se sirvieron, según cálculos de los hosteleros ovetenses, casi 30.000 menús.




4 comentarios:

  1. Deliciosa historia,Manolo. Desconocía esta tradición tan interesante como tantas otras. Y el menú inigualable. Gracias por contarla.

    Y no te preocupes que ya he metido el link entre mis preferidos en el blog. Y en unos días publicaré la seccion "Recomendamos nuevas webs" donde publicitaré la tuya. Un saludo

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  2. Hoy vi un link (enlace) por primera vez en una entrada de tu blog, aunque es hacia el propio blog,(los callos). Es algo que me gustó.
    Echo en falta mas links pero hacia afuera, por ejemplo cuando pones algo en negrita, se supone que quieres resaltarlo, yo haría enlaces a otras páginas donde se hable de eso que pones en negrita.(aunque sea a la wikipedia).
    Ej. en este artículo se pone en negrita Isabel II pues se podría enlazar con http://es.wikipedia.org/wiki/Isabel_II_de_Espa%C3%B1a o http://bib.cervantesvirtual.com/historia/monarquia/isabel2.shtml o a blogs de personas que hablan de ella y que les gustará que pongas el enlace hacia su blog..
    A ti seguro que te gustará que te enlacen, no?
    Eso es la web 2.0.
    Esto atraerá mas gente a tu blog.
    Un saludo.

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  3. Acabo de conocer este blog y me parece francamente interesante, al menos lo que he leído hasta el momento. Lo agrego a mis favoritos.
    En cuanto al artículo sobre el desarme, me parece muy correcto, pero la foto que lo encabeza no es de Oviedo, como cabría esperar.
    Un saludo.

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    1. Oiga usted, querido anónimo, pues va a ser que sí; que, efectivamente, lleva usted mucha razón. Le felicito, y más aún porque la errónea fotografía lleva más de dos años puesta ahí, ha sido vista en ese tiempo por más de 300 personas, y nadie, salvo usted, había advertido antes ese claro error. En unos días será subsanado, pero, como a mí mismo me "pica" mucho la curiosidad de saber a qué ciudad corresponde -desde luego, aunque no es, la catedral se parece bastante a la ovetense-, y no consigo ahora localizarla, invito a la audiencia a ayudarme a precisar esa ubicación... A ver si lo conseguimos... ¿De dónde sacaría yo esa foto, que me pareció de Oviedo?

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