A lo largo de esta vida mía, que ya va siendo ancha y cumplida de experiencias, me ha sido dado reconocer en varias ocasiones a personas ciento por ciento felices con su quehacer profesional. La cuestión, no se crean, no resulta en la práctica tan fácil de discernir, porque son muchísimos más los que aparentan tal goloso acomodo, que los que realmente se sienten así, en pletórica conformidad con el área de responsabilidad que el destino les pone en suerte cada día.
Adolfo Heredia |
Para conocer a este personaje en cuestión, cuyo nombre, ya les adelanto, es Adolfo Heredia, hube de desplazarme a Barcelona hace un par de semanas, en concurrencia con la celebración allí del certamen ferial Alimentaria. Fue un viaje rápido, ida y vuelta en el día, a bordo de ese prodigioso medio que es el AVE (a la ida, directo y sin paradas, dos horas y media de trayecto, realmente increíble).
La convocatoria, generosa y cumplida, me había llegado de la mano de Freixenet, el gran grupo catalán que, como es bien sabido, extiende el comercio y la imagen de sus diferentes cavas por el mundo entero, prácticamente sin excepción de lugar, por extraño que resulte, en el que no esté presente. Sin embargo, bastante menos conocida por el gran público es su presencia y peso como productor vitivinícola dentro de la gama de vinos de mesa y de crianza, con plantaciones y bodegas presentes en 6 países de 3 continentes. Ese amplísimo catálogo de bodegas dependientes, con sus correspondientes marcas de vinos, constituye, sin duda, toda una sorpresa para quien no esté muy al tanto del complejo entramado empresarial bodeguero actual.
Stand de Freixenet en Alimentaria |
De toda esa amplia extensión bodeguera que el Grupo Freixenet lleva a cabo fuera de su ámbito tradicional raíz del mundo del cava, y del marco geográfico de referencia catalana, la convocatoria que tan raudos nos llevaba aquel día a la Ciudad Condal se centraba en una experiencia ciertamente singular, tal vez única, sin ningún otro precedente comparable que yo conozca, cuyo privilegiado protagonista no es otro que el mentado Adolfo Heredia.
Les cuento, ya sin más dilación y por aclarar de una vez, cuál es la entidad y el alcance del singular privilegio que a este hombre le atañe.
Dispuestos, en su orden, los doce vinos a catar |
Adolfo es enólogo, es decir, creador, diseñador de vinos, y además es, dentro de la empresa, director técnico y de nuevos proyectos del Grupo Freixenet. Y el caso es que, aunando lo uno y lo otro, lleva ya algo más de una década materializando el sueño de todo autor: creando aquí y allá, en un amplísimo abanico de zonas, disponiendo el juego con las variedades autóctonas de cada una de esas diferentes comarcas. Un privilegio de auténtica excepción, caso único con toda probabilidad, de poder llevar a la práctica, como principal responsable, el alumbramiento de 23 nuevas marcas distintas, y hacerlo -ahí lo auténticamente extraordinario- en nueve zonas geográficas diferentes, con localizaciones tan dispersas como D.O. Rías Baixas, D.O. Alicante, V.T. de Mallorca, D.O. Ribera del Duero, D.O. Utiel-Requena, D.O. Rueda, o D.O. Vinos de Madrid.
Saludable aspecto del suscribiente, atento al inicio de la cata |
Un envite tan complejo, y tan disperso, tiene como principal riesgo, a cualquiera se le alcanza, la posibilidad que implica de caer en una, tal vez inevitable, homogeneización de los vinos resultantes; que, por esa directiva de inspiración común, puedan parecerse demasiado unos y otros; que, en definitiva, en su conjunto sean al fin susceptibles de identificarse con ese patrón común. Pero ya les adelanto que no es el caso. Los “vinos de Adolfo”, que bajo tal título nos fueron ofrecidos en amenísima y singular cata en Barcelona, tiene cada uno de ellos su personalidad propia, y bien podrá decirse que en algunos casos singularmente acusada, dado el empeño del autor por implicar, en los casos en que ello fue posible, las castas más minoritarias y exóticas -aunque ciertamente autóctonas- de cada lugar.
De las doce marcas catadas, como es natural, hemos elaborado la correspondiente nota y ficha, y de ellas tendrán en su momento particular sugerencia y detalle, a medida que vaya concurriendo en nuestro devenir la oportunidad de “arrimar” con idoneidad ese vino al plato en cuestión que corresponda. Las marcas catadas, ya les anticipo, son las siguientes:
BLANCOS:
- Fray Germán verdejo 2011 .............................D.O. Rueda
- Susana (sempre...) blanco 2011 ...............V.T. de Mallorca
- Valdubón verdejo 2011................................... D.O. Rueda
- Vionta albariño 2011 .................................. D.O. Rías Baixas
TINTOS:
- Susana (sempre...) roble 2010 ...................V.T. de Mallorca
- Valdubón crianza 2009 ......................... D.O. Ribera del Duero
- Susana (sempre...) Maior Negre 2009 ........ V.T. de Mallorca
- Nauta crianza 2008 ........................................................... D.O. Alicante
- Heredad Torresano crianza 2008 ................D.O. Vinos de Madrid
- Beso de Rechenna crianza 2008 ....................... D.O. Utiel-Requena
- Valdubón diez ........................................................ D.O. Ribera del Duero
- Valdubón Honoris reserva 2006 ...................D.O. Ribera del Duero
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