domingo, 30 de enero de 2011

El "baño María"


      La técnica del “baño María” es bien conocida por todos, y asaz práctica cuando se quiere que un producto reciba una cocción suave y uniforme, sin riesgo de que pueda llegar a quemarse; o también cuando de lo que se trata es de cuajar una preparación semilíquida, como el flan, por ejemplo, para darle un punto de consistencia definitiva. El Diccionario lo aclara más, con más precisión: “Vaso con agua puesto a la lumbre y en el cual se mete otra vasija para que su contenido reciba un calor suave y constante”.
      La técnica, pues, de esta clásica modalidad de formulación culinaria no ofrece ninguna duda. Lo que sí puede suscitarla es la cuestión de que se le haya dado tal nombre ¿Por qué “baño María”?...
Evocación medieval de María la Judía
      Pues, con las reservas de rigor historiográfico a las que obliga una denominación como ésta, cuyo origen remoto se pierde en la noche de los tiempos, les contaremos que, al parecer, la frase tiene su origen en los tratados de los alquimistas medievales. Leemos que, en un principio, a este método se le conocía como “Balneum medicinae”; pero en el medievo francés, los alquimistas de ese país dieron en trocar la expresión por la de “baño María”. Según parece, la razón de tal mudanza vendría de la evocación de María, hermana de Moisés y Aarón, la cual habría acumulado, a la par que fama de profetisa, también meritorio predicamento como “ensayadora y mezcladora” de substancias, cual dejó escrito uno de los primeros alquimistas conocidos en la Historia, el griego Zósimo de Panópolis (s.IV) quien nos dice haber tenido en sus manos un texto de esa tal María (conocida también por el apelativo de María la Judía) en el que, supuestamente, habría anotado los detalles de sus secretas fórmulas junto con una descripción pormenorizada del instrumental que utilizaba, entre ellos, una vasija de metal, introducida dentro de otra más grande y sometida allí a la acción vaporosa del agua y el fuego.



2 comentarios:

  1. Mi voto para el flan.
    Creo que es un postre devaluado por los sucedáneos pero un buen flan hecho a conciencia es una delicia.
    ¡Viva el flan¡

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  2. Es curioso que, en la cocina, pocas veces se habla de TEMPERATURA y casi siempre de CALOR. Se confunde COCCIÓN SUAVE con TEMPERATURA BAJA.
    El "Baño María" no deja de ser un proceso a la temperatura de ebullición del agua que, a la presión de una atmósfera, es de 100 ºC. Creo que se deben de diferenciar los dos conceptos de temperatura y calor. También se podría aprovechar para eliminar las temperaturas tan elevadas de las fuentes de calor empleadas, origen del deterioro de los alimentos con la consecuente influencia sobre la salud humana y animal. El empleo de llamas a 800 ºC para preparar un cocido cuya temperatura máxima de ebullición es de alrededor de 100 ºC, es una aberración tanto culinaria como energética.

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